El Betis logró clasificarse para la final de la fase de ascenso a la Liga Endesa gracias al buen hacer de Mark Hughes ante su exequipo, el Estudiantes, al que dinamitó con una actuación individual épica que saldó con 28 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 2 robos para 41 dígitos de valoración
Desde el arranque mostró el bando andaluz que su idea ofensiva pasaba por anotar desde lejos. De esta manera sus cuatro primeras canastas cayeron desde el perímetro, tres de ellas en tres intentos de Hughes. Ese ritmo de acierto frenético sirvió para llevar con la lengua fuera al rival, que solo logró volver a meterse en el partido entre el primer y el segundo cuarto, cuando los de verde y blanco se pasaron seis minutos sin anotar tiros de campo.
Un punto, obra de Brooks de Bisschop, fue lo único positivo que sumaron en ese tramo en el que revivió el Estudiantes de la mano del uruguayo Joaquín Rodríguez, autor de cinco puntos seguidos ante el que fuera su club. El parcial se prolongó hasta el 9-1, momento en el que al Betis volvieron a entrarle los triples.
Y a partir de ahí se reprodujo el sufrimiento del anfitrión de la Final a Cuatro. Vitor Benite, Alex Renfroe, David Jelinek en dos ocasiones... todos ellos fueron facturando desde la larga distancia para dejar a los suyos diez arriba al descanso pese a anotar solo cuatro canastas de dos, menos de la mitad que las transformadas de tres (32-42, m.20).
No perdió la paciencia el conjunto colegial, confiado en que antes o después acabaría la tormenta y escamparía. Sucedió. Bajo el paraguas del argentino Patricio 'Pato' Garino el plantel de Natxo Lezkano avanzó hasta que salió el sol con un parcial de 9-3 en el que tuvo mucho que decir el veterano uruguayo Jayson Granger, a esas alturas ya encendido.
Su gesto de levantar los brazos al cielo espoleó a una afición que era mayoría y juntos acabaron pisando la orilla de la remontada cerca del cierre del tercer acto. Ni siquiera un triple de Aleksandar Cvetkovic apagó las ansias de un Movistar Estudiantes, que a la media hora parecía otro pese a no haber sido capaz de ponerse por delante en toda la tarde (60-64, m.30).
La batalla fue nula en los compases iniciales del cuarto decisivo hasta que los madrileños comenzaron a amenazar seriamente con cobrar ventaja ante la falta de precisión de los andaluces. Sin embargo desperdiciaron varias opciones para ello; ataques que se iban al limbo e incluso un tiro libre de Garino.
Ese contexto dio confianza al cuadro bético, que entró en los últimos cincuenta y dos segundos con cinco puntos de renta favorable después de que Granger fallase otro lanzamiento desde la línea de personal que hubiera empatado la contienda. Más preciso estuvo el uruguayo con un triple a falta de veinte segundos que redujo la distancia a dos (82-84, m.39).
Hughes, con dos libres más, apagó el fuego y acabó decantando el duelo a favor de los suyos, que se jugarán el ascenso contra el Flexicar Fuenlabrada o el Súper Agropal Palencia. El Estudiantes, en cambio, seguirá una temporada más en el infierno de la categoría de plata, de la que no logra escapar por más que lo intenta tras su descenso hace cuatro años.
82 - Movistar Estudiantes (16+16+28+22): Granger (16), Schmidt (13), Rubio (-), Alderete (7), Kravic (8) -cinco inicial-, Barro (7), Andric (2), Francis Alonso (9), Joaquín Rodríguez (11), Garino (9), Sola (-).
86 - Betis (21+21+22+22): Renfroe (7), Hughes (28), López de la Torre (7), Suárez (-), De Bisschop (5), -equipo inicial-, Olumuyiwa (2), Radoncic (9), Benite (10), Cvetkovic (6), Kasibabu (2), Jelinek (10).
Árbitros: Germán Morales, Víctor Mas y Juan Ramón Hurtado. Eliminaron por faltas personales a De Bischopp (m.37) y a Olumuyiwa (m.38).
Incidencias: Partido de semifinales de la Final a Cuatro Primera FEB disputado en la Caja Mágica de Madrid ante 6.000 espectadores
El Flexicar Fuenlabrada se jugará ante el Betis la última plaza de ascenso a la máxima categoría del baloncesto español tras derrotar al Súper Agropal Palencia de manera épica, con un parcial de 11-0 en los tres minutos y veintiún segundos finales que le permitió remontar un choque que parecía tener perdido.
El segundo de los duelos de semifinales arrancó con igualdad, un intercambio de puntos que terminó a falta de seis minutos y diez segundos para el final del primer cuarto, cuando después de una canasta de Lotanna Nwogbo se borró en ataque el cuadro fuenlabreño. A partir de ahí, y hasta el segundo acto, sólo anotó dos tiros libres Leo Westermann.
Ese momento de secano de los de Toni Ten, que se veían superados en el rebote en general y en el ofensivo en particular, permitió despojarse de complejos al Súper Agropal Palencia, que sin excesos logró una renta favorable de siete puntos a los diez minutos que les ayudó a encarar en mejor posición el enfrentamiento (9-16, m.10).
Sin embargo, tras el paso por el banquillo se vio a otro Flexicar Fuenlabrada muy distinto. Le ubicó en órbita un parcial de 0-5 en la puesta en escena, con el argentino Fernando Zurbiggen liderando. Fue la ola buena, pese a los intentos para contenerla del sueco Tobias Borg, autor de diez de los doce primeros puntos de su equipo en ese tramo.
Por méritos propios esos registros le hubieran valido para ser el jugador más decisivo del segundo cuarto. Pero ese papel acabó pidiéndolo para sí Nwogbo, quien dio un paso al frente y arrasó con todo lo que se cruzaba en su camino. Con once puntos en un parcial de 14-3 permitió a los suyos remontar el duelo y obtener la tranquilidad que necesitaban al paso por vestuarios (32-30, m.20).
La segunda parte asomó frenética, con ambos conjuntos desatados en la producción de puntos. Diecisiete aportaron entre unos y otros en poco más de minuto y medio, un ritmo que desafiaba a la lógica y que no pudo sostener el Flexicar Fuenlabrada, aunque sí en cierta medida el contrario.
Con el partido igualado a cuarenta y tres, un mate de concurso del argentino Juampi Vaulet, dos triples de Borg y una bonita acción individual de Alec Wintering facilitaron el despegue a los de Luis Guil, quienes aupados a la peana de la decena de puntos encararon en mejor situación los diez minutos decisivos, pese a los esfuerzos de Nwogbo, a esas alturas ya con 28 dígitos de valoración (53-64, m.30).
Obligado a sumar entró mejor el cuadro fuenlabreño en el cuarto de desenlace, pero un triple de Xabi Oroz templó los ánimos y evitó que la reacción cobrase fuerza. Así, a falta de tres minutos y cuarenta y seis segundos el conjunto palentino acariciaba el triunfo con una renta favorable de nueve puntos.
Lo que pasó después nadie lo vio venir. Desnortados por un imprevisible ataque de vértigo, los castellanoleoneses se hicieron pequeños mientras se agigantaba el Fuenlabrada. Y tanto fue así que les fueron comiendo el terreno hasta que Paul Jorgensen certificó el milagro de la remontada a falta de treinta y dos segundos. Sin acierto desde el triple decisivo, el Súper Agropal Palencia finiquitó su hundimiento.
75 - Flexicar Fuenlabrada (9+23+21+22): Zurbriggen (12), Jorgensen (11), Matulionis (3), McGrew (9), Nwogbo (26) -cinco inicial-, Bilbao (-), Nzosa (4), Asier Miguel (-), Durán (2), Cruz (-), Westermann (8).
73 - Súper Agropal Palencia (16+14+34+9): Oroz (3), Borg (26), Manu Rodríguez (6), Vaulet (11), Krutwig (8) -equipo inicial-, Wintering (9), Kunkel (5), Chema González (-), Gnjidic (2), Dimitrov (3), Mbala (-).
Árbitros: Francisco José Zafra, Leandro Lezcano y Cristina Adán. Excluyeron por faltas personales a Borg (m.37).
Incidencias: Partido de semifinales de la Final a Cuatro Primera FEB disputado en la Caja Mágica de Madrid ante 4.250 espectadores.