- Listado de jugadas del partido
- Carta de tiro
- Análisis de rotaciones
- Evolución del partido
- Todas las canastas
- Detalles del campeón
- Garbajosa, MVP
- Rueda de prensa de Unicaja
- Rueda de prensa de TAU Cerámica
- Declaraciones post-partido de los jugadores
Vitoria, 21 Jun. 2006.- ¡Unicaja, campeón! El equipo malagueño dio un giro imposible al tercer partido y triunfó sobre el Fernando Buesa Arena: 72-76. Los andaluces parecían condenados al cuarto partido, pero emergió la figura de Jorge Garbajosa y el deseo de todo un equipo, de una ciudad, para propiciar una increíble vuelta de tuerca al electrónico y sellar el primer título liguero de la historia del Unicaja.
Es lo único que le faltaba al club malagueño. Ganar un título de liga, coronarse en España y dar recompensa al formidable trabajo de tantos años y al apoyo de una ciudad volcada con el equipo. Tras la Korac y la Copa del Rey, tocaba ganar el campeonato nacional, en una Final ACB del nivel de la vista esta semana, y con una gesta de la entidad de la lograda en el Buesa Arena.
© Jorge Garbajosa, flamante MVP de la Final ACB
El pívot de Torrejón despertó a su segundo con un triple (70-67) y luego anotó otra canasta para permitir que Brown dejase el encuentro en un puño al entrar al último minuto (72-71). A falta de 38,3 segundos llegó su sentencia: un triple letal, cuando más duele, para poner a su equipo por delante 20 minutos después y propiciar el título. En total, 10 puntos en menos de cuatro minutos, para hacer campeón a su equipo y lograr el MVP de la Final ACB en consecuencia.
Unicaja sale lanzado
El Unicaja salió a la pista concienciado de la importancia del choque, de que en Vitoria no contaba con 10.000 espectadores alentándole sino en contra, silbando... y que pese a ello debía jugar igual de bien que en el Martín Carpena para ganar. La tremenda pitada del público en la presentación dio aun más alas a los de Scariolo, que empezaron el partido metidísimos, luciendo su mejor baloncesto.
© El Unicaja empezó lanzado y no se amilanó ante un gran ambiente
El TAU Cerámica hacía mucho daño en el juego interior, con Scola ejerciendo un papel clave y Kornel David y Predrag Drobnjak en una sólida aportación desde el banquillo, pero funcionaba a tirones, todo lo contrario que un sólido Unicaja que seguía hallando con facilidad el camino al aro (26-32, m.12). Los triples se sucedían y cuando no llegaban, eran canastas de dos... pero raramente el Unicaja volví a su aro de vacío; 36 puntos y seis triples en 14 minutos lo atestiguaban.
Un último impulso del TAU Cerámica devolvió la igualdad al electrónico al intermedio (44-44). Aprovechando la ausencia de hombres claves visitantes por acumulación de faltas, el equipo vitoriano sacó su espíritu ganador y elevó el listón defensivo para cambiar la fisonomía del encuentro al descanso; durante 16 minutos el Unicaja hizo lo que quiso con la defensa rival, pero en los últimos cuatro el partido latía de manera muy diferente; lo que sucediese en la reanudación era toda una incógnita.
Con una canasta de Scola en la jugada inicial del tercer periodo, el TAU Cerámica logró su primera ventaja desde el 6-5 inicial. No fue circunstancial; los de Perasovic salieron como una moto y en apenas dos minutos ya habían infligido a su rival un parcial 6-0 (50-44). No paró ahí. Un tiro libre de Garbajosa fue el único bagaje ofensivo del Unicaja en los primeros cuatro minutos y medio, viendo como en su aro llovía un chaparrón: Sergi Vidal, con un 2+1, desató el delirio en el Fernando Buesa Arena. ¡55-45! ¡+10! Cuatro puntos de Santiago demostraron rápidamente que todavía había partido, pero el pabellón vitoriano estalló con otro triple, ahora de Prigioni (58-49).
© Sergi Vidal lideró el ataque del TAU Cerámica, magnífico en el arranque del tercer cuarto
El Unicaja lo seguía intentando, pero la acumulación de faltas de Marcus Brown lastraba su juego... y los tiros tampoco entraban. Una bandeja errada por Jorge Garbajosa, su tiro más fácil de la temporada, dejaba claros los problemas de un equipo malagueño que, pese a todo, seguía a tiro (67-62, m.34).
Con 69-64, Scariolo recurrió a una zona y ésta causó de nuevo dudas en la ofensiva baskonista. Un triple de Garbajosa las certificaba (70-67, m.37). Había partido.
Garbajosa estaba por todos los sitios. Dos puntos más, un rebote ofensivo... y 72-69 a falta de 1:30. Sobrevolaba por Vitoria el recuerdo del minuto imposible. A 1:01, dos tiros libres de Marcus Brown y la eliminación de Scola y Hansen avivaban el miedo de la grada vitoriana: 72-71.
Y sucedió. Un triplazo de Jorge Garbajosa a 38,3 segundos (72-74) dio el ansiado título al Unicaja; al TAU Cerámica le pudo el miedo y la precipitación, con ataques muy trabados que no hallaron el aro y posibilitaron que el propio Garbajosa sentenciase desde los tiros libres; la historia se repetía un año después.
No faltó la polémica; Sergio Scariolo solicitó un tiempo muerto a cinco segundos, con 72-76, y fue duramente reprendido por Pablo Prigioni y la afición vitoriana.