Málaga, 19 oct. 2005 (EFE).- El Unicaja buscará mañana ante el potente Pamesa el primer triunfo del campeonato, tras el traspiés del inicio de Liga en la cancha del Ricoh Manresa (85-76), lo que ha generado algunas dudas en entorno al rendimiento del equipo malagueño.
El Unicaja se encontrará con un rival bastante remozado con respecto a la pasada campaña y que ganó con autoridad en la jornada inaugural al Leche Río (74-62).
El italiano Sergio Scariolo, entrenador del equipo, espera que jugadores como el ala-pívot madrileño Jorge Garbajosa o el escolta estadounidense Marcus Brown aporten tanto en lo ofensivo como en lo defensivo, sobre todo el internacional español, que se encuentra en un momento bajo de rendimiento tras su participación con la selección española en el último Europeo.
Scariolo podrá contar con el pívot croata Iván Grgat, que se lesionó en un entrenamiento pero que se ha recuperado, por lo que deberá aportar poder defensivo al conjunto andaluz.
El base malagueño Carlos Cabezas ha afirmado que el equipo tiene "experiencia de no tener buenos comienzos" y destacó que confía en lograr la victoria ante el Pamesa "para no encontrar luego dificultades para clasificarse para la Copa del Rey".
"El Pamesa ganó fácil su primer partido frente al Breogán y se ha reforzado con buenos jugadores en el perímetro, por lo que es un equipo bastante completo", argumentó Cabezas.
El base añadió que una victoria frente a la formación valenciana sería muy importante para "coger confianza", al recordar que el próximo domingo volverán a jugar como local, en esta ocasión frente al Etosa Alicante.
Por su parte, el Pamesa Valencia visita mañana la pista del Unicaja, en la que espera ratificar las buenas sensaciones que transmitió el pasado domingo en su debut en la competición ante el Leche Río.
Esa victoria ha dado tranquilidad tanto el club como a su entorno y ha minimizado las dudas que se había creado tras la revolución que se ha vivido en la plantilla este verano y que ha tenido como uno de los factores más destacados la llegada al banquillo del técnico Ricard Casas.
El entrenador catalán quiere hace de la defensa agresiva una de las señas de identidad del nuevo Pamesa, que ante el Leche Río protagonizó algunos momentos brillantes en esta faceta defensiva que le permitieron encarrilar su triunfo.
El encuentro de mañana en Málaga permitirá además comenzar a despejar una de las dudas que generó la confección de la plantilla del conjunto valenciano: si tiene talento suficiente como para plantar cara a los grandes del baloncesto español.
El Pamesa tendrá que afrontar este encuentro con algunos problemas físicos, cuya trascendencia se amplía al haber optado Casas por tener una plantilla de sólo diez jugadores.
La principal novedad del conjunto valenciano podría ser la presencia del base Borja Larragán, cuya incorporación definitiva puede concretarse a lo largo del día de hoy tras haberse ejercitado durante la pretemporada con el equipo que dirige Casas.
Para el encuentro es baja el alero leonés Oscar Yebra, que ya no participó en el choque del domingo por un esguince articular en el hombro derecho que le mantendrá alejado de las pistas aún dos semanas más.
Además, es duda el escolta Víctor Luengo, que sufrió un esguince de tobillo en la jornada inaugural de la competición y con quien Casas no sabrá si podrá contar hasta horas antes de que comience el choque en Málaga.
Un triunfo del Pamesa le permitiría, además, romper una racha de cinco derrotas consecutivas en el pabellón Martín Carpena, en el que no gana desde las eliminatorias por el título de la campaña 2002-03.