Por Jorge Muñoa. Madrid, 9 ene. 2005 (EFE).- El Unicaja rompió la serie victoriosa del Adecco Estudiantes, que acumulaba ocho triunfos de tacada, para mantenerse vivo en la lucha por la última plaza libre en la fase final de la Copa del Rey, un objetivo que aún mantiene en su horizonte gracias a la calidad de Jorge Garbajosa, la puntería de JR Bremer y el esfuerzo colectivo.
El Unicaja jugaba una final en Vistalegre a la misma hora que Atlético de Madrid y Real Madrid se medían en el Vicente Calderón. Del pabellón colegial al estadio rojiblanco se concentraban los dos duelos estelares de los deportes mayoritarios porque la salida al feudo estudiantil era un ultimátum en clave copera para los malagueños.
En caso de derrota, adiós a la fase final de Zaragoza. Por tanto, el Unicaja salió con absoluta concentración para evitar complicaciones gratuitas. Jorge Garbajosa materializó el empuje malagueño con ocho de los diez primeros puntos de su equipo, pero enfrente apareció Hernán Jasen con tanto acierto como el internacional español y, después de firmar once puntos en el primer cuarto, posibilitó que el tramo inicial acabase en tablas (17-17).
Aunque el equipo del italiano Sergio Scariolo quería manejar todos los hilos, las cosas se le complicaron en el arranque del segundo periodo. Una serie de 9-0 disparó al Adecco Estudiantes en el marcador (26-17) y, a pesar de esbozar la reacción, el banquillo andaluz paró el choque a cuatro minutos del descanso para reconducir el rumbo (33-25).
Una zona y una racha de inspiración anotadora a cargo de Walter Herrmann -ocho tantos consecutivos- sacaron del atolladero al Unicaja. Y no sólo del atolladero numérico (38-39 en el intermedio), sino del psicológico. El Unicaja creció durante esa fase como bloque en el juego y en su autoconfianza.
Garbajosa retomó el estandarte ofensivo en cuanto volvió a pisar la pista. Se fajó en todos los terrenos, sin olvidar la línea de triples, en la que siempre crea grandes problemas a las defensas contrarias. Un hombre alto que sale a tirar con sus porcentajes representa un quebradero de cabeza para cualquier sistema defensivo y si, además, le acompañan lanzadores de la categoría del estadounidense JR Bremer, las grietas a tapar se multiplican.
Ese acierto en el triple, al que también se sumó Carlos Cabezas, despegaron al Unicaja (47-54 m.25), pero sin arredrar a los locales. El Adecco Estudiantes también plantó los pies de sus tiradores en los 6,25 metros, corrió siempre que pudo y dio forma a sus aspiraciones a través de su mejor hombre, Jasen, que a dos minutos para el final del tercer cuarto alcanzó los veinticuatro puntos y equilibró el pulso (59-59).
La balanza seguía en equilibrio total al cabo de treinta minutos (61-61). El Unicaja iba a jugarse la opción de luchar por la Copa hasta la última jornada en un cuarto, en seiscientos segundos.
Con el Adecco Estudiantes en otras condiciones habría sido un cuarto de máxima tensión para el Unicaja. En las circunstancias actuales, con el cuadro colegial instalado en la duda y algunos de sus hombres clave en un momento difícil de forma, pudo resolver la papeleta sin grandes agobios. El 64-74 forjado en las manos de Bremer, Garbajosa y Berni Rodríguez en medio periodo le tendió la alfombra roja hacia el triunfo. La próxima jornada será decisiva para los andaluces que, además de ganar al Fórum en Málaga, necesitan que el Caja San Fernando pinche contra el TAU Cerámica.
75 - Adecco Estudiantes (17+21+23+14): Azofra (9), Jasen (24), Jiménez (6), Patterson (10), Garcés (15) -cinco inicial-, Vidaurreta (-), Iturbe (3), Loncar (8) y Rodríguez (-).
83 - Unicaja (17+22+22+22): Cabezas (6), Bremer (18), Pietrus (-), Garbajosa (26), Vázquez (4) -cinco inicial-, Rodríguez (9), Lázaro (6), Rooks (6) y Herrmann (8).
Arbitros: Llamazares, Requena y García González. Excluyeron por personales a Bremer (m.40).
Incidencias: encuentro correspondiente a la decimosexta jornada de la primera fase de la Liga ACB 2004-05 disputado en el Palacio Vistalegre ante unos 7.500 espectadores.