Redacción, 14 Oct. 2013.- El cansancio y el desconocimiento del rival preocupan en el seno del Real Madrid que no quiere excusa alguna para comenzar la Liga con buen pie, es decir, con una victoria.
Tras llegar el pasado sábado a las 6.30 horas procedentes de Pekín, después de cumplir con una promoción de la Euroliga, partido ante Beijing Ducks con victoria (86-92) incluida, el Real Madrid tiene que cumplir con sus obligaciones ligueras y jugar ante el Valladolid, un equipo prácticamente nuevo.
El vigente campeón de Liga es claro favorito para el partido, pero el inminente viaje a Kaunas, el jueves a primera hora de la tarde para debutar en la Euroliga ante el Zalgiris, puede distraer a los jugadores.
Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, podrá contar con todos sus efectivos, después de que la escapada a China se solventara sin mayores problemas físicos.
Del Valladolid apenas hay noticias, más allá de la composición de su plantilla, cerrada apenas hace un par de semanas. Así las cosas, todo hace indicar que el Real Madrid es claro favorito en el partido pero deberá andar con cuidado para evitar sorpresas.
El buen momento del equipo, ganador de la Supercopa, y el excelente estado de forma de Sergio Rodríguez en particular y del resto de los internacionales en el Europeo de Eslovenia en general, parecen toda una garantía.
Será el debut de los nuevos fichajes, Dani Díez, Salah Mejri e Ioannis Bourousis, ante la afición, ansiosa de ver a su equipo y el potencial de los relevos. También será el partido número 250 de Sergio Llull en la competición.
El CB Valladolid aborda con muy poca preparación -apenas dos semanas de entrenamientos con todos sus componentes, y dos partidos amistosos-, pero una "gran ilusión" por competir, el inicio de liga que mañana les llevará a estrenarse esta temporada ante el Real Madrid.
Aunque esta primera jornada de liga debía disputarse en tierras castellanas, el equipo vallisoletano cedió a las peticiones de un Real Madrid que acaba de finalizar su gira asiática de pretemporada y que llega a esta cita con todo su potencial y dispuesto a tomar desde el inicio los mandos de la competición.
Y, si bien el técnico del cuadro vallisoletano, Ricard Casas, ha aclarado que no teme nada del rival, se ha mostrado consciente de que su plantilla deberá hacer un partido redondo para sacar algo positivo "controlando el tiempo, el rebote y haciendo una buena defensa de su juego en sistemas indirectos".
"Tenemos que tener conciencia de que jugamos ante un gran equipo y la orientación mental debe ser de precaución y de respeto, pero no nos vamos a mover en el temor, ni con el Real Madrid ni con otro rival de menor nivel", ha señalado el entrenador catalán, quien ha admitido que los madrileños "tienen muchos y grandes jugadores".
Casas tiene claro que "todos ellos pueden ser importantes y definitivos en un momento dado, en finales de partido, de posesiones de juego, tiene un juego interior muy equilibrado. Hemos de globalizarlo al máximo dentro de nuestras normas de trabajo y no querer extrapolar más de lo que hemos preparado".
A falta de un par de entrenamientos, el CB Valladolid aún no cuenta con un cinco titular claro, tal y como ha precisado Casas "porque no es un factor básico, sino que dependerá de cada partido, aunque puede llegar a regularizarse con el tiempo".
El conjunto morado no ha contado con el mismo margen de maniobra que el resto de equipos de la Liga Endesa, pero su entrenador ha advertido que llegan a este comienzo liguero " con bastante trabajo hecho y un nivel físico correcto", aunque aún "no están desarrollados en el juego".
Será la competición la que vaya determinando esa progresión de los jugadores, muchos de los cuales debutarán en la Liga, donde aspiran a hacerse con un hueco, como en el caso de los griegos Vasilopoulos o Haritopoulos, o los norteamericanos Head y Akeem Wright.
Y por tanto, el partido de mañana supondrá el test de partida para un CB Valladolid que sigue en plena búsqueda de patrocinadores pero que cuenta con una plantilla "con hambre y ganas de darlo todo" y con "ansiedad" por empezar a competir, la cual Casas espera "canalizar en el aspecto positivo".
