Redacción, 31 Ene. 2003.- Caprabo Lleida y Cáceres disputarán este sábado un interesante encuentro en el que intentarán cambiar la dinámica negativa de resultados con la que llegaron al parón liguero.
El Caprabo es decimocuarto, muy alejado de su objetivo 'clasificarse para Playoffs- y no puede fallar ante el Cáceres para recuperar la confianza y comenzar la escalada hacia posiciones más altas en la clasificación, además de recuperar la confianza y su mejor nivel de juego. Y esto último es casi más importante pues el equipo ilerdense deberá afrontar el próximo martes un encuentro fundamental ante el Ural Great en la ULEB Cup; la ida de los octavos de final.
Para este encuentro el conjunto ilerdense contará con el base Stephane Dumas, su más reciente fichaje y quien sólo ha podido realizar un entrenamiento con el equipo. Pese a ello posiblemente disponga de minutos para foguearse y compaginar con Jaume Comas la posición de base, con lo que Roger Grimau podría volver a su puesto natural, el de escolta. Sin embargo, el Caprabo afronta el encuentro con problemas físicos en tres de sus jugadores: Bramlett, Bosch y Ramos; eso sí, los tres podrán actuar.
En cuanto al Cáceres, su situación es aun peor que la del Caprabo. Decimoséptimo, ocupa puestos de descenso y se encuentra en una dinámica peligrosa. Y es que está en crisis deportiva y extradeportiva y afrontará el partido con un solo extracomunitario (no acaba de llegar el sustituto para Deon Thomas) y sin Orenga, que sigue lesionado. Así, los pívots disponibles serán únicamente Kevin Thompson y Dani García, además del joven Juan Sanguino, quien no ha disputado ningún minuto esta temporada en la ACB. Ante tal eventualidad Petrovic y Eslava deberán jugar muchos minutos en posiciones interiores.
El Cáceres no conoce la victoria a domicilio esta temporada, lo que sin duda es uno de los problemas que le han condenado a su difícil situación. Le sucedió algo parecido la pasada temporada, cuando inauguró en Lleida su casillero de victorias fuera de casa gracias a una buena defensa que provocó 31 pérdidas de balón al Caprabo, récord histórico de la Liga ACB.