La Laguna (Tenerife), 13 nov. 2004 (EFE).- El Granada obtuvo una victoria de doble valor en la cancha del Unelco Tenerife, la primera a domicilio de los de Valdeolmillos y ante un rival directo por la permanencia, al que deja muy tocado en la moral y hundido en lo más hondo de la clasificación.
El conjunto andaluz, que venía de encadenar cuatro derrotas consecutivas, encontró en los insulares el bálsamo que necesitaba en un partido infame, cuyo último cuarto tuvo un parcial de chiste: 6-8.
El Unelco empezó con el paso cambiado, lastrado por las pérdidas de balón, los rebotes defensivos que cedió y los fallos de un irreconocible Hopkins, por quien pasaban todos los ataques locales a pesar de que el pívot norteamericano no daba una a derechas, al punto que acabó la primera parte con una valoración de -5.
El Granada estuvo serio en defensa, haciendo mucho daño con su zona 1-4, no se dejó llevar por la dinámica de imprecisiones en que había caído el partido, más propia de los instantes finales que de los primeros compases, y con un Abrams inspirado bajo el aro se marchó con facilidad en el electrónico (4-9 min. 4).
Tan desastrosa fue la puesta en escena de los locales que el público abucheó a su equipo en la recta final de primer cuarto, que se cerró con un parcial de 10-18.
Bruno Lábaque asumió el mando y con cinco puntos seguidos fruto de un 2+1 y un robo de balón que finalizó en canasta metió por fin a su equipo en el partido.
El impulso del base argentino contagió a sus compañeros, más intensos en la zona, para ponerse por primera vez por delante (26-25 min. 16), aunque tuvo que sentarse en el banquillo por cargarse con tres personales, pero por poco tiempo, ya que su recambio, Bogojevic, cayó lesionado.
A todas estas, el Granada se encomendó a Pecile para coger de nuevo el mando, y si la ventaja de los andaluces al descanso no fue mayor que el 29-32 que reflejó el electrónico se debió a su pésimo balance desde los seis veinticinco: un solo acierto de nueve intentos (11%).
A la salida de vestuarios Diego Sánchez jugó el papel de revulsivo, ya que fue el primer alero específico del Unelco en anotar de dos para firmar nueve puntos en el tercer cuarto, y como la cosa iba de estrenos, Bernard Hopkins se animó con su primera canasta para volver a adelantar al Unelco (38-36 min. 23).
Para desgracia de los tinerfeños, sus mejores hombres, Lábaque y Sánchez, tuvieron que sentarse en el banquillo al contabilizar ambos cuatro personales, y como Bogojevic no podía jugar el Unelco se quedó sin director de orquesta por un buen rato, ya que por delante quedaba todo un cuarto (52-53).
Andrea Pecile se aprovechó de esta circunstancia para campar a sus anchas y dar un nuevo estirón al tanteo con sus vertiginosas penetraciones a canasta (52-57 min. 32).
Los de Aranzana evidenciaron una preocupante incapacidad de rehacerse ante la adversidad, ya que estuvieron seis minutos sin anotar un punto, aunque el Granada quiso darle emoción a la cosa al seguir con su inoperancia en los triples (1/15).
A minuto y medio para el final, los tinerfeños se pusieron a tres puntos (58-61), pero el marcador no se movió más, y eso que Pecile se fue a la línea de personales y el Unelco intentó tres triples en la última posesión en el que fue el colofón a un partido para olvidar.
58. Unelco Tenerife (10+19+23+6): Lábaque (13), Palladino (6), Racca (-), Hopkins (2) y Sellers (6) -inicial-; Bogojevic (-), Sánchez (11), Robles (7), Sims (10), Rodríguez (-) y Toledo (3).
61. Granada (18+14+22+8): Abbio (4), Romero (5), Pecile (16), Abrams (16) y Eley (8) -inicial-; Rueda (2), Fernández (6), Ordín (-), Paraíso (4) y Gutiérrez (-).
Entrenador: Sergio Valdeolmillos.
Arbitros: Murgui, Alzuria y Peruga. Eliminaron por cinco faltas personales al jugador local Bruno Lábaque (minuto 37) y al visitante Bud Elley (minuto 38).
Incidencias: Encuentro correspondiente a la novena jornada de la fase regular de la ACB disputado en el pabellón Santiago Martín de La Laguna, ante unos 2.800 espectadores.